INSECTOS ARRASTRABLES
Son los insectos que, como su propio nombre indica, se desplazan deslizándose por las superficies, es decir, las chinches, las cucarachas, las hormigas o las pulgas. Su presencia es muy molesta y, además, puede suponer un riesgo para nuestra salud. Por eso hay que controlar su población y evitar que se conviertan en una plaga.
Chinches de cama
Cucarachas
Hormigas
Pulgas
INSECTOS VOLADORES
La característica principal de estos insectos es que disponen de alas para desplazarse, esto es, avispas, abejas, mosquitos, moscas, etc. Pueden ser peligrosos porque muchos pican, y con su picadura transmiten enfermedades y causan reacciones alérgicas.
Avispas
Mosquitos
Moscas
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PLAGAS DE LA MADERA
Están provocadas por aquellos insectos que se alimentan de la madera, los llamados xilófagos. Son, por ejemplo, las termitas o la carcoma, que al comerse la madera causan su destrucción. Una vez que aparecen es necesario un tratamiento que los elimine y frene el daño que están provocando a la madera. En algunos casos es recomendable llevar a cabo tratamientos preventivos.
ROEDORES
Existen distintos tipos de roedores: ratones, ratas, ardillas, castores o incluso hamsters y conejillos de indias. En general, son los ratones y las ratas las especies que mayores problemas presentan porque se esconden en lugares poco accesibles y se reproducen con mucha facilidad.
AVES
Controlar la población de aves es una necesidad en todas las ciudades, sobre todo en lo que respecta a las palomas. Cuando su población está bajo control no suponen ningún peligro, pero si no se atienden adecuadamente pueden convertirse en un riesgo de salud pública y llegar a provocar daños materiales.
